Ayer falleció de forma inesperada a los 63 años Manuel Soler. Ni yo mismo entiendo como me puede afectar tanto esta noticia pues al fin y al cabo no era una persona con la que he compartido parte de mi vida. Pero yo era un gran seguidor anónimo suyo. Recuerdo como compraba las revistas de motos y buscaba sus puntuaciones en las pruebas del mundial, sus fotos, su absoluto dominio desde muy joven en el trial catalán y por supuesto en el español , pues en el resto de España el nivel era bastante inferior.
El trial era para mi una afición como el que es un gran seguidor de un deporte que no practicaba. Y dentro de ese deporte Manuel Soler era mi ídolo. Al no ser las motos una afición de mis amigos mas cercanos, era una afición un tanto personal, que seguía desde las revistas y desde los triales a los que pude asistir, la mayoría en Robledo de Chavela donde vi por primera vez en acción a Manuel Soler.
Seguirle a él me hizo Bultaquista y por supuesto que me enamorase de la Sherpa T, especialmente del modelo que lleva su nombre, y que se fabricó entre primavera de 1975 y principios de 1977. Esa intima admiración por su persona y su moto durante mi adolescencia dio lugar a mis 42 años entrar en el mundo de estas motos 25 años después de que se fabricasen y lo ganasen absolutamente todo en el trial de los 70.
Han pasado casi 20 años mas desde que compré para restaurar mi primera Sherpa y casi otros tantos en los que tuve la oportunidad de volver a ver montar en una Sherpa T a Manuel Soler en Robregordo. Inolvidable.
Durante estos últimos años en varias ocasiones he tenido la suerte de saludarle, y pasar charlando con el algunos ratos que también guardo para mi como momentos muy especiales. Aunque no le tuve la suerte de tratarle en profundidad me basto para saber que ademas de un gran piloto esta una gran persona, humilde, amable, destilaba caballerosidad, y un halo un tanto mágico, al menos para mi.
Mi admiración hacia él como piloto y persona permanecerán en mi para siempre. DEP.