Pero por la cantidad de referencias a él en internet de estos días, veo que somos bastantes los que compartíamos esta admiración entonces, y la tristeza ahora.
Evidentemente no puedo decir que lo conocí pues solo tuve la oportunidad de saludarlo y hacerme una foto con él en Robregordo pero, ¿por qué me afecta entonces que ya no esté en este mundo???
Supongo que es una mezcla de sentimientos y evidencias que se agolpan en de forma inesperada en lo mas profundo de mi hipotálamo.
Este suceso pone de manifiesto varias cosas:
1.- el tiempo pasa inexorable y aunque es algo asumido, estos golpes de realidad nos muestran burlonamente la velocidad de la vida y su constante aceleración hacia el final.
2.- somos lo que fuimos en nuestra adolescencia. en esta importantísima aunque relativamente corta etapa se crean ideales, referentes y vínculos que nos acompañaran el resto de nuestros días.
3.- a partir de la madurez es muy corriente y placentero evocar con un sentimentalismo dogmático lo idolatrado en esta inmadura etapa.
4,. las neuras de nuestra a menudo absurda y estresante vida se canalizan fluida y exitosamente incluyendo en nuestro ocio lo admirado en nuestra adolescencia.
Y como demostración de todo esto:
1.- de crio admiraba el pilotage de Martín Lampkin al que se describía por su fortaleza y decisión negociando las zonas con un mítico motor de 340 cc que solo él era capaz de domar.
2,. cuando retomé esta afición con 43 años es indescriptible el nivel de segregación de endorfinas viendo de nuevo las fotos de Martin Lampkin que estaban guardadas intactas en algún lugar de lo mas oculto de mi memoria.
Quisiera trasladar mi pésame a todos los que de verdad compartieron parte de su vida con él, familia amigos y compañeros/rivales de competición. DEP.
