Casi todas las motos de campo de los 70 llevaban las mismas manetas: las Amal de aluminio pulido o en algunos casos como en la Cota 348 anodizadas en negro o pavonadas. Estas manetas incluían el soporte, el tensor y la propia maneta en un conjunto simple y eficaz.
Lo ideal es no fijar fuertemente el soporte al manillar para que en caso de caída este gire en lugar de partirse cosa bastante fácil pues las manetas suelen ser la parte que primero toca el suelo cuando hay una caída.
Una vez mas y por suerte, estas manetas conocidas como "tipo Amal" todavía se refabrican en nuestro pais por Arreche y Vicma, con tensores para cables de 8,0 y 6,2 mm.
La profundidad sobre el manillar al que se deben colocar es una cuestión de gustos pero cuanto mas dentro se coloque el soporte mas brazo de palanca tenemos para accionarla con lo que se consigue suavizar el embrague. El ángulo sobre la horizontal es también cuestión muy particular pero en las motos de trial que se manejan en posición levantadas lo mas cómodo es con un ángulo de unos 30 º hacia abajo.
En los años 70 se pusieron de moda las manetas patentadas tipo "Navarro" que fabricaron estas manetas en plástico y con la diferencia de que llevaban un gancho en lugar de un agujero pasante para el tornillo sobre el que pivota la maneta de forma que en caso de impacto saltaban y no se rrompían. Sin embargo los profesionales no las usaban pues al flexar el plástico se perdía tacto en el freno y en el embrague.
Navarro también fabricó manetas de dural anodizado, muy resistentes y ligeras, y con la particularidad de que al llevar pasante el agujero del tope del cable valían para el lado derecho e izquierdo.